Colegio EL CARME
Mollerussa, 2009.

La modificación de la sala existente comportó un aumento de volumetría, y se amplió hasta doblar la superfície actual.

Se utilizaron materiales y colores cálidos, consiguiendo un ambiente relajado, en un espacio amplio. Se dotó de iluminación indirecta en el perímetro de falso techo, así como en los paneles de cartón-yeso que conforman la zona de exposición.

A fin de separar, de forma discreta, la zona de público de la zona de aseos, se colocó una mampara de alabastro con una estructura metálica de soporte.

El pavimento es un parquet sintético, de lama ancha, de color blanquinoso, contrastando, claramente, con el color marrón de las sillas.