Aunque la mayoría de los westerns transcurran en parajes y espacios abiertos -de hecho, el wéstern nos mostró «el paisaje» antes de que pensáramos en él tal como lo conocemos hoy-, muchas películas de este género incluyen escenas de pueblos imaginarios cuya recreación merece alguna atención en relación a la calle.

Este tipo de calle con aceras cubiertas por porches de madera -que a veces son los balcones de un hotel, por ejemplo- parece haber perdurado hasta nuestros días en algunas calles de Nueva Orleans, donde podemos ver una imagen actual y real de aquellas de madera: aceras -mejor alineadas que las recreadas en el cine en calles rectilíneas – cuya anchura queda totalmente cubierta por los balcones corridos.

La calle y la casa. Urbanismo de interiores _ Xavier Monteys

 


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